De Raquel C. Nieto y Miriam Rodríguez:

¡Nos fuimos de ruta a Mérida y Andalucía occidental! El Ministerio de Educación y Formación Profesional seleccionó a nuestro centro para realizar la llamada “Ruta de la Plata” la semana del 13 al 19 de noviembre dentro del programa Rutas CAL ‘22.

La ruta dio comienzo en Mérida, donde pudimos conocer a quienes serían nuestros compañeros de viaje, un grupo de 2º de Bachillerato del IES Valle del Segura, situado en Blanca, un pueblecito de Murcia con jóvenes con mucha chispa y sobraos de salero.

La semana ha estado llena de momentos y experiencias inolvidables. ¡Cuántos lugares hemos visitado? ¡Cuántas actividades tan curiosas y entretenidas hemos realizado? ¡Cuántos momentos de risas, de complicidad, de diversión, de cultura, de convivencia hemos compartido? Hemos regresado con la mente y el corazón rebosantes de imágenes y recuerdos. Os voy a contar un poquito…

Como decía, nos conocimos en Mérida y, en poco tiempo, nos hicimos inseparables. Allí, visitamos el patrimonio romano: el Anfiteatro y Teatro, el Acueducto de los Milagros y el Arco de Trajano.

Después, nos dirigimos hacia un secadero de jamones en Higuera la Real, donde conocimos cuál es el proceso de curación del jamón ibérico (¡dos años hasta poderlo comer!) y degustamos un rico bocadillo.

Y así, entramos en Andalucía por la sierra de Aracena, donde nos quedamos encantados con la Gruta de las Maravillas. Muy cerquita están las Minas de Riotinto, donde pudimos acceder a la Mina Peña de Hierro e incluso tomar muestras de agua en el nacimiento del río para su análisis.

Y… ¡por fin! Llegamos a Sevilla, una ciudad con musho arte, alegría y un sabor especial. Las chicas de Murcia desfilaron por el desayuno bien arreglás porque estábamos en la capital. Visita guiada a la catedral (¡ese impresionante féretro de Colón!) y subida a la Giralda (¡qué vistas!), al Palacio de Dueñas, en la que había una guía que subrayó el arrojo de las mujeres de la Casa de Alba y nos contó todos los cotilleos que os podáis imaginar, paseo por el centro de la ciudad y la maravillosa Plaza de España, con foto en el banco de Ciudad Real (¡cómo no!) y con baile flamenco (olé, olé, olé). Además, hubo actividad literaria: gymkana de los poetas de la Generación del 27 y las Sinsombrero (¡nos quitamos el sombrero!).

Bye, bye a Sevilla y rumbo a Cai, la tacita de plata. Un paseo junto al mar, con fotitos para el Insta, parada en la hermosa catedral y encuentro en la Plaza de San Juan de Dios con quienes nos harían una visita guiada muuuuuy especial por la ciudad: al tram tram de chirigotas.

Unas para todos los públicos y otras ilegales, como así las llamaban (¡Nos encantaron! …¡todas!). Y con la musiquita, la bulla y el jaleíto, llegamos a la Peña flamenca La Bulería en pleno Barrio San Miguel, en Jerez de la Frontera, cuyas calles vieron nacer y crecer a la mismísima Lola Flores. Al son de tanguillos y bulerías, tocamos las palmas marcando el ritmo a cuatro alumnas (mu echás palante) que salieron a bailar al escenario.

Y sin saber ni cómo, ni cuándo, ni por qué, era viernes (nooooo, ¿viernes ya?). Y ¡qué viernes! Yeguada de la Cartuja, Rancho cortesano y Circuito de motos de Jerez. Qué caballos tan bonitos, tan elegantes, tan animosos. Se asomaron a vernos y se dejaron acariciar una y otra vez. En el rancho, elaboramos nuestra propia comida (una pizza vegetariana) e hicimos una vela de cera de abeja con su soporte de barro.

Después, nos pusimos el traje de protección para visitar una colmena (no dejéis de ver la foto de grupo ;)). Por la tarde, tuvimos la suerte de realizar el circuito de Jerez en autobús. Pudimos entrar en el control de carrera, en la sala donde se sitúa la prensa, en el ovni, en el paddock y… ¡en el pódium de los ganadores!

 

Además, visitamos el Museo de la Moto, donde había una Honda para simular coger las curvas como Nieto, Pedrosa o “El Doctor” (¡pongo vídeo!).

 

Última noche juntos. Kahoot sobre lo que habíamos aprendido. Vídeo de nuestras andanzas (os dejo el enlace para que veáis lo bonicos que salimos).

 

¡Apertura de la caja de desafíos! (que no vamos a desvelar…) y bailecitos reguetoneros. Como veis, ha sido una extraordinaria semana que no podía terminar sino con muchos abrazos amorosos, lágrimas en los ojos, ninguna gana de separarse y mucha nostalgia hoy de volver… ¿A dónde? A nuestros felices recuerdos…

Ha sido una vivencia única, en un tiempo, en un lugar, con unas personitas maravillosas. Y, por todo esto que os contamos, las profesoras acompañantes nos sentimos inmensamente felices de que hayan gozado con esta extraordinaria experiencia y de que haya dejado tanta huella en nuestra memoria (mission accomplished!). ¿Nos volveremos a ver, IES Valle del Segura? ¡Ojalá! 😉

 

Rutas científicas, artísticas y literarias 2022. Y… la semana se nos hizo ¡corta!