Como contamos muchas veces a los papás y mamás de nuestro alumnado, entendemos que la comunidad educativa de nuestro instituto es un microverso en el que se reproduce la sociedad adulta en un entorno controlado y protegido que permite a nuestros estudiantes crecer como personas y aprender a interrelacionarse con otros seres humanos de un modo constructivo y autónomo.
Es precisamente en aras de ese objetivo que nos tomamos días como este, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, muy, muy en serio. Porque como dice Ana Carrero, nuestra insigne Jefa de Estudios, somos una minisociedad inclusiva.
Como siempre, sólo podemos agradecer a todos los profes, Almudena, Ana, Beatriz, Gerardo y Jesús en particular, el interés que se han tomado en esta actividad, que ha servido, como tantas otras veces, para mostrar el alto grado de empatía y colaboración de nuestros jóvenes, que tanto orgullo nos provoca.
¡Ah! Y felicitamos concretamente a nuestro alumno Diego Pérez, que ha sido una de nuestras estrellas por este día, y que nos ha mostrado un lado artístico que no sospechábamos.
Gracias a todos.